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Cine de calidad, a costos razonables, para muchas más personas.

Dentro de la nueva manera de hacer cine, la figura del computador o el ordenador se ha hecho más importante. Sin ahondar demasiado, está claro que el tratamiento de las imágenes y del sonido pasará por alguna etapa en la que el ordenador y sus programas serán indispensables. Aunque hoy en día cualquiera tiene un computador, el cine requiere de máquinas mas potentes de lo habitual, por que los archivos manejados suelen ser voluminosos y los programas para cumplir con las tareas de montaje o animación, por mencionar solo un par de disciplinas, son especializados y costosos.

Luego de varios meses de investigación, MEYproducciones opta por Ubuntu como sistema operativo sobre el cual instalar programas especializados para la creación de contenidos audiovisuales.

Aunque lo más sencillo y rápido puede ser instalar programas piratas, es difícil imaginar una hipotética industria del cine soportada en la ilegalidad. El modelo no podría funcionar porque el cine se hace para ser visto y las empresas que lo producen deben beneficiarse de una visibilidad similar. Es por eso que para dar estabilidad a sus trabajadores y creadores, el cine no debe ser clandestino. En este caso, si de irreverencia cultural se quiere hablar, ésta debe situarse dentro de la legalidad. Es por eso que los costos de las herramientas de producción deben reducirse.

En lo que atañe a los ordenadores, MEYproducciones gestiona acuerdos que aminoren los precios pagados por las empresas productoras. Para solventar el obstáculo de los altos costos de los programas, MEYproducciones ha optado por fomentar el uso de sistemas operativos y programas basados en Linux. El beneficio es doble para quienes se acerquen y compartan nuestra idea de empresa. Además de ver mejorada su economía,disfrutan de la estabilidad de herramientas creadas para las exigencias del trabajo cinematográfico.

Aunque el mercado intenta imponer determinados parámetros, para el cine lo verdaderamente importante es el resultado que llega a los ojos del público. La herramienta no es importante para el espectador, pero sí para los creadores independientes y para las empresas productoras. Es por eso que el Linux y su universo de programas diseñados para imagen y sonido, son una opción ideal para profesionales y aficionados.