Es cada vez más frecuente ver películas producidas en países en los que el castellano no es la lengua nativa, que escogen actrices hispanas como protagonistas. Es el caso de BALLERINA, estrenada en junio del 2025 y que cuenta una historia salida del universo del personaje John Wick, quien es un asesino que trabajó para la mafia rusa y que para vengar la muerte de su perro, un cachorro entrañable, se lanza a cumplir con una violenta venganza. En BALLERINA, la actriz protagónica es la cubana española Ana de Armas y su antagonista, es la colombiana Catalina Sendino. Ambas han sido nominadas al premio Oscar y han sido ganadoras de reconocimientos igualmente importantes. El caso de esta película no es excepcional, porque ejemplo en 2024, Jenna Ortega, coprotagoniza BEETLEJUICE BEETLEJUICE y en 2022, Xóchitl Gómez, nacida en México, actúa en DOCTOR STRANGE EN EL MULTIVERSO DE LA LOCURA como el personaje que desencadena la trama y que también la concluye. ¿A qué se debe este fenómeno? ¿Qué aporta a las películas tener actrices hispanas en los roles principales? ¿Tiene alguna consecuencia para los hispanoparlantes, tanto brasileros como para el resto, que artistas nacidos en nuestras tierras desempeñen roles importantes en las películas producidas por la gran industria del cine?
Entonces: ¿A qué se debe que hayan actrices hispanas protagonizando películas de Hollywood? Se debe, a que la población hispana en la USA ronda los 65 millones de persona, eso es casi un 20% del total y en lo que atañe a la taquilla cinematográfica, se considera que alcanzan el 24% de las boletas que se compran anualmente en ese país y a nivel mundial, su influencia llega casi al 15% de los asistentes a las salas de cine. Es decir que la presencia de factores que hagan cercanas las películas al público hispano, es necesaria para que estas sean atractivas para un mayor número de espectadores. Teniendo estos números en cuenta, no es extraño que, por ejemplo, una película como BLANCA NIEVES de 2025, esté protagonizada por Rachel Zegler, descendiente de colombianos emigrados a los Estados Unidos del norte. En consecuencia es totalmente viable que BALLERINA, proveniente del mundo de John Wick, la mega popular saga del cine de acción, cuente con Ana de Armas y Catalina Sendino como protagonista y antagonista respectivamente.
¿Más allá de ser un gancho para acercar las películas a un importante sector del mercado, es decir la población hispana y a los países hispanos, qué aportan Ana de Armas y Catalina Sendino a una película como BALLERINA? Pues, aportan calidad actoral. Ambas son dos actrices probadas en obras de importancia. Por ejemplo, de Armas, la cubana, fue la actriz de BLONDE, la película biográfica sobre Marilyn Monroe, la que se estrena en 2022 y que somete a la actriz a representar un ícono de la cultura popular, a quien quizás no se parezca lo suficiente, pero a quien logra recrear con sobrado talento, al punto que la nominan al Oscar por este trabajo. Sendino, la actriz colombiana, fue la revelación del filme MARÍA LLENA ERES DE GRACIAS en 2004, alcanzando una nominación al Oscar y dándole otros galardones y que la pusieron en el panorama del cine internacional. Ahora, con BALLERINA, el reto es doble, deben convencer al público que sus personajes provienen de la cultura romaní, es decir la cultura gitana, oriunda de los Balcanes y además que son asesinas que luchan haciendo gala de acrobáticas habilidades físicas. ¿Y lo consiguen? Si y mucho. Por eso, aunque ser hispano parece ser apropiado para interpretar personajes en la gran industria del cine, también es fundamental que esos actores y actrices sean artistas con oficio, de tal forma que primero sean profesionales, para que luego su origen y cultura selle la contratación.
¿Se benefician los hispanos y sus países por que actores y actrices que comparten su cultura y origen participen en los roles protagónicos de las películas? Es probable que si. Imagino que es bueno sentir que actores que te son familiares interpreten personajes que experimenten las maravillas del mundo imaginado en cine, esto debe generar un sentido de pertenencia al universo de lo maravilloso, porque el cine, por las dimensiones de la pantalla, tiende a la grandiosidad y a convertir en maravilla todo lo que en ella se proyecte. En el caso de aquellos que no son hispanos, su concepción de esta cultura o culturas debe variar, porque, tras ver las películas, deberían adjudicar a las personas que se parecen a los artistas que ven en la pantalla, las cualidades y defectos de los personajes de esas películas. Así que si son más los roles de personajes protagónicos, esto debería implicar que los hispanos ocupen en el imaginario de las mayorías una fuerte opción de ser los líderes de la película de la vida. Esta posibilidad es una muestra más del poder que detenta el cine, con sus relatos, sus imágenes y sus sonidos: por eso, larga vida a las salas oscuras, al sonido envolvente y a las pantallas gigantes y que viva el cine.