¿Por qué MISIÓN IMPOSIBLE: SENTENCIA FINAL es importante para la historia del cine?¿Por qué si su tema es la tecnología más avanzada, la película responde a los ideales de la edad media?¿Por qué esta octava entrega de la saga le habla a usted, de usted mismo, aunque a primera vista cuenta un cuento más parecido a un circo de trapecistas que a una historia en la que usted podría estar?¿Qué tiene esta película para que millones de personas la vayan a ver desde el primer minuto en que la taquilla entra en funcionamiento?¿Es usted un ser de inteligencia dudosa por ser uno de quienes disfrutan con estas películas?
¿Y entonces por qué MISIÓN IMPOSIBLE: SENTENCIA FINAL es importante para la historia del cine? Lo es porque resuelve el interrogante que buena parte de la opinión considera el más importante de la década, es decir el de la supuesta disputa entre la Inteligencia Artificial y los seres humanos: ¿Seremos desplazados por las máquinas? Esta pregunta, que justifica el origen de la ciencia ficción como género y que hoy se ha convertido en otro subgénero llamado ciberpunk, que habla de máquinas que se revelan contra sus creadores, algo así como cuando los hijos se enfrentan a sus padres o similar a los creyentes que tratan de matar a Dios, es, en los años veintes del siglo XXI, el tormento que hace que algunos afirmen que avanzamos hacia un apocalipsis planetaria, en la que la inteligencia artificial se hace consciente de lo imperfectos que somos y decide acabar con nosotros. Pero en esta octava película de la serie de MISIÓN IMPOSIBLE, el personaje que interpreta Tom Cruise vence a la IA y le demuestra al mundo que incluso en el cine, él y los humanos, son mejores que las máquinas. Y lo hace interpretando las escenas más peligrosas de la película y reduciendo el trabajo de los computadores, que son maquinas al fin y al cabo.
¿Entonces de que manera el trabajo de Tom Cruise deja huella en la historia del cine?¿Y si deja alguna, qué tiene eso que ver con ustedes? Vamos a ver, en las películas que hace Cruise, el interés del espectador se desplaza de los efectos hechos por computador hacia los actores que interpretan las escenas más riesgosas. Así Tom Cruise se convierte en un “llanero solitario” que en tiempos del COVID 19, cuando el mundo se hacía cada vez más virtual, defendía un cine de carne y hueso, con actores de verdad y con películas proyectadas en las salas de cine antes que vistas en los teléfonos celulares o móviles, según sea el lugar desde dónde recibe este comentario. En MISIÓN IMPOSIBLE: SENTENCIA FINAL, esta actitud cobra relevancia porque el drama que cuenta habla de humanos evitando ser controlados por la IA y es ejemplificado por Cruise, que evita los efectos digitales y prefiere arriesgar su vida haciendo él las escenas peligrosas. De esta forma golpea la mesa y sienta una posición sobre el cine, la creación y la vida, en un tiempo considerado hipertecnológico. Por eso nos afecta a todos, porque rompe la tendencia que hace carrera y gracias a la cual cualquiera dice que las máquinas remplazarán a los humanos, que habrá un desempleo irresoluble y que nuestro destino es incierto. Aunque otras producciones se encuentren en esta línea, el peso del actor hace que su forma de trabajar tenga mayor impacto. En consecuencia su cine pasa a la historia como ese que demuestra que incluso en oficios de alta digitalización como los del cine, el trabajo de los actores y de los humanos, genera una conexión con el espectador que es única y particular.
Ahora bien, resolvamos esta: ¿Por qué a la gente le siguen gustando películas como MISIÓN IMPOSIBLE: SENTENCIA FINAL? La razón es que este filme pertenece al género de espías, que se populariza durante la guerra fría de mediados del siglo XX, pero que es la evolución del género de aventuras, que se hace popular durante la edad media y que es conocido también por haber sido el que enloqueció a Don Quijote. En estas historias, al protagonista le pasa lo mismo que al personaje de Tom Cruise, Ethan Hunt, que viaja a tierras lejanas en busca de algún “objeto sagrado” con el que salvará al mundo. Como su misión es casi sagrada, tiene licencia para matar, es decir que Dios le da permiso para hacerlo, igual que a James Bond y como el mundo está siempre en peligro de explotar por alguna crisis planetaria, los espectadores tienen la esperanza que algún objeto milagroso los saque del atolladero. Por eso el público sigue viendo este tipo de cine, porque le habla de los temores que ponen en tela de juicio el futuro de la sociedad y que la película logra resolver. Así que no se sienta mal si le gusta este cine al que la intelectualidad desprecia con frecuencia. La narrativa universal trasciende el tiempo por que le habla a cada uno como si de un espejo parlante se tratara. Y si usted quiere sentirse como el espía que salva el mundo, esta es su oportunidad y aprovéchela, que quizá no tenga otra. Retrógrado o progresista, el fundamento de estas historias es común a cristianos, judíos, musulmanes y buena parte de todos los demás, por eso que le gusten estos filmes no es extraño, más cuando son tan espectaculares que le ponen los pelos de punta al más lampiño de los espectadores.