1883, LA SERIE INMORTAL.

¿Por qué el público gusta de las series y películas contadas en primera persona?¿Por qué las historias de vaqueros con mucho plomo al aire y caballos sudorosos son llamativas para los espectadores?¿Por qué si lo habitual es que estas obras hagan referencia a un momento ya lejano en el tiempo, 150 años atrás por ejemplo, el público las ve como si se tratara de historias que están pasando en el pueblo de al lado?¿Qué hace que la serie titulada 1883 sea una de esas que usted no debe perderse para reencontrarse con aquello que es importante en la vida?

¿En concreto de qué estamos hablando cuando hablamos de 1883? Según el guionista y creador de la serie Taylor Sheridan, 1883 es una película contada en 10 episodios, que desde el inicio hasta el final captura la atención del televidente y no deja de sorprenderlo por su tono poético, combinado con el contexto violento del salvaje oeste, es decir la tierra que los americanos del norte conquistan a medida que se desplazaban de la Costa Atlántica a la del Océano Pacífico, durante la segunda mitad del siglo XIX y que en el caso de 1883, está relacionada con los sobrevivientes de la Guerra Civil. ¿Entonces qué es? ¿Una historia más de blancos matando indios? No, aunque hay vaqueros, soldados, blancos, afros, e indígenas, es decir todos los grupos étnicos que definen el género del oeste, esta serie se siente siempre nueva y hace que el público crea que vive la vida como si de un adolescente que descubre el mundo se tratara.

¿Pero y entonces qué es? 1883 es un western o una serie del oeste, el mismo tipo de historia al que llamamos “de vaqueros”, en el que hay bandidos que roban ganado, granjeros que se defienden a golpe de revolver, buscadores de oro, colonos que llegan a las tierras de los indios en carretas, soldados sobrevivientes de la guerra, prostitutas, maestras, madres, duelos bajo el Sol del medio día, calles polvorientas, indios con plumas que hablan lenguas que los blancos no entienden y con los que se comunican a balazos, caballos y caballos de indios manchados con grandes pecas. En estas narraciones el protagonismo es de los hombres que se entienden con el mundo por la fuerza y por la ley del ojo por ojo, pero en 1883 es diferente y vale la pena que lo sea. ¿Por qué? Pues porque propone algo muy bello. La protagonista es una joven, una mujer que transita de la adolescencia a la adultez, dispuesta a enamorarse con cada aliento, que ha sido educada en un ambiente refinado y que se adentra en el universo primitivo de “la frontera”, en el que la ley se inventa con los pasos de los caballos que rompen la historia al golpe de sus cascos.

¿Y Cuales son las claves para que 1883 le guste al público? La primera es su protagonista Elsa Dutton quien cuenta la historia en primera persona, con su propia voz tal y como si escribiera el diario de una adolescente y en letra cursiva. En cada frase ella descubre el sorprendente mundo que se despliega ante sus ojos. Su relato representa la defensa de su derecho al amor romántico y a la pasión erótica, así como su decisión de arriesgar su vida como lo hacen los hombres, para vivir o morir por las armas, defendiendo las normas que su ebullición hormonal le dicta. Tal es la calidad del relato, que el público queda preso de su narración, porque cada uno se identifica con el joven que es o con el joven que lleva dentro sí y que toma el control de su cuerpo con cada capítulo que ve. Por eso las narraciones en primera persona son tan efectivas para conectar con los espectadores, porque lo meten en la historia, lo hacen sentir que son parte de ella, lo hacen creer que son el protagonista.

Ahora, respondamos esta: ¿por qué si la historia de 1883 sucedió hace más de un siglo por qué no se siente anticuada? La razón es que en el fondo su contexto es actual y esa es otra de las claves para su éxito. 1883 es una historia sobre inmigrantes que persiguen el sueño de la libertad en una tierra que creen que ellos descubrirán y que por eso les pertenece, aunque la verdad es que tiene dueños, los indígenas, es decir a los indios, quienes están dispuestos a defenderla con flechas y dientes hasta morir por ella. Ese drama es tan vigente como las noticias sobre quienes cruzan de Colombia a Panamá para recorrer Centroamérica y llegar a los Estados Unidos del norte. Lo particular, es que en el caso de los vaqueros conquistando el oeste existía un discurso encabezado por la expresión “destino manifiesto”, que servía para sustentar que los americanos del norte estaban predestinados a colonizar toda la tierra existente entre los dos océanos, como si fueran las palabras de Dios para su pueblo elegido, como cuando el pueblo de Israel encontró la tierra prometida. Así, la migración del este al oeste, con su guerra y sus crueldades, encontró la bendición necesaria para evadir la vergüenza y convertirse en leyenda, para ser inmortalizada en el papel con la literatura y la prensa con los periódicos y luego en el cine y ahora en televisión con 1883.

¿Entonces qué hace que 1883 sea una de esas series que usted no debe perderse para reencontrarse con aquello que es importante en la vida? Hay que verla porque sustenta que se debe amar con el alma y con el cuerpo y hasta la muerte si fuera necesario. Y aunque se diga que nadie se muere de amor, está bien que el cine, la televisión y el arte lo tomen como pretexto para contar historias. Y desde lo formal, lo estético y lo cinematográfico hay que verla porque es un viaje en el tiempo en el que cada actor y cada actriz se convierte en el vaquero, en el pistolero o en el jinete que el personaje demanda. Su creador Taylor Sheridan es en sí mismo un cowboy, que cuando escribe sobre el oeste, lo hace porque él practica buena parte de las actividades que se supone un vaquero debe hacer. Hay en la serie un sentido de verosimilitud, de crudeza y de espectacularidad que hace que los paisajes o las balaceras corten la respiración. Por eso si su modelo de vida está más relacionado con la montura del sofá, soñarse subido al lomo de un caballo con el corazón enamorado por primera vez y con las flechas zumbando en sus oídos o las balas rozando su humanidad, es el plan que necesita para cambiar su brillante y bien puesto peinado, no se la pierda, que al final quizás, sea usted una mejor persona.