El mundo de 2019 en el que se estrenó AVENGERS: ENDGAME se encontraba al final de una corriente milenarista para la que expiaba sus temores al fin del siglo XX y al inicio del XXI. Por su parte con DEADPOOL & WOLVERINE de 2024 se representa el agotamiento de modelos que pretenden ser impolutos, como el de El Capitán América y también el de Iron Man, para proponer nuevos protagonistas que den respuesta a los tiempos de la pospandemia, de las crisis económicas, de las nuevas guerras y del fin de la globalización. Es decir, una nueva mirada a la realidad, una en la que se acepta el mundo resultante luego del 2020. Se trata de dar respuesta a la incertidumbre de la actualidad visitando universos paralelos, es decir el llamado “multiverso”, en el que quizás se encuentren mejores versiones de las personas que fallecieron o que abandonaron nuestra versión del mundo, para traerlas entonces a nuestro lado de la historia.
Desde su primera entrega en 2016, las películas sobre Deadpool han sido un éxito tanto de crítica como de público. Físicamente, el personaje se ve lacerado por el fuego y como consecuencia de un experimento científico no siente dolor y se regenera rápidamente, es sarcástico y mata sin compasión, además padece el dolor del amor interrumpido con su novia Vanessa. La complejidad del personaje hace pensar que su permanencia en el gusto público radica en el trabajo de Ryan Reynolds, quien lo interpreta y también produce la película de 2024, DEADPOOL Y WOLVERINE. Y sí, pero también le favorece que se estrena en un momento histórico en el que no se decide que rumbo tomará el mundo o por lo menos así pasa con los países occidentales. Deadpool, el personaje, representa las sobras del mundo como se conocía antes del 2020, antes de la pandemia, y Wolverine, es esa esperanza, que sin ser perfecta, es capaz de auto sanarse y salvar lo que queda de occidente.
DEADPOOL Y WOLVERINE es una película de entretenimiento que por su gran presupuesto y por el contexto en el que ubica su relato, materializa las ideas de manera superlativa. Si se considera que este filme es reflejo del mundo a inicios de la década del 2020, esta capacidad de mostrar escenas desmesuradas permite al espectador llevar sus ideas y sus temores a las fronteras de lo imposible. En este caso, el cine es ese lugar en el que no hay barreras y las consecuencias de los excesos son, hasta cierto punto, inofensivas para el espectador. Por eso es importante que Deadpool, el personaje, sea irreverente, porque ante la confusión del mundo, tiene una actitud diferente que puede llevar a pensamientos inesperados y novedoso al espectador. DEADPOOL Y WOLVERINE, es como una película que se parece a la piedra que esconde un secreto en su base y quizás si se la levanta, se descubran las respuestas que tanto hacen falta.