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RIPLEY, EXQUISITA SERIE DE TV

RIPLEY es una serie de televisión en la que cada plano podría estar en el marco de una obra que se cuelga en la pared de una selecta galería. La escribe y la dirige Steven Saillian, quien recibió un premio Óscar por el guion de LA LISTA DE SCHINDLER, de 1993. Al desempeñarse en dos roles fundamentales logra controlar minuciosamente el resultado final, para convertir la obra en un goce perceptivo que es posible debido a la fotografía en blanco y negro y al sonido urbano de grandes ciudades o de pequeños pueblos del Mediterráneo. RIPLEY cuenta la historia de un psicópata que adapta sus maneras para manipular a sus víctimas, es decir, que sobrevive gracias a la apariencia con la que oculta sus verdaderas intensiones. De la misma forma, la estética de la serie es la clave para comprender la razón del atractivo que despierta este “malo” en los espectadores.

En RIPLEY, engañar, seducir y matar son los pasos que sigue Tom, Tom Ripley, para ascender en la escala social. El personaje protagoniza cinco novelas escritas por Patricia Highsmith y esta serie de televisión se basa en la primera de ellas, titulada EL TALENTO DE Mr. RIPLEY, publicada en 1955. Esta misma ha dado lugar a dos películas más, A PLENO SOL de 1960 y EL TALENTO DE Mr. RIPLEY de 1999. En ambas, los roles masculinos destacan por el atractivo físico de los actores, pero en la serie de televisión estos no lucen particularmente “bonitos”, más bien se ven inquietantes. Andrew Scott, quien hace de Ripley, consigue mirar de forma fría, como de metal, mientras sonríe falsamente. Cuando solo la cámara lo ve, queda claro que si el espectador se te topa con él, es posible que no viva para ver el Sol del día siguiente.

 

En RIPLEY las referencias a Caravaggio, el pintor del barroco italiano, son frecuentes. Este movimiento cultural hace del arte una herramienta de propaganda. Con él se intenta convencer a los católicos del 1600 de las bondades de la iglesia romana, opuestas a las que ofrece la religión en los países europeos del norte. Así, en una época en la que pocos saben leer, la pintura y el arte se convierten en la manera de transmitir ideas a los feligreses. La verdad es entonces, lo que se ve. Con este planteamiento, el psicópata Tom Ripley cambia de apariencia y crea nuevas verdades y embauca a los incautos. Para Tom, el mundo es un escenario de marionetas y él, es quien mueve los hilos. Es el protagonista y también el malo de la película. Tom Ripley representa al monstruo bien educado que algunos llevan dentro de sí. Con él se cumple la fantasía del control total usando solo las cualidades con las que se vino al mundo: Ripley es el pequeño demonio que todos esconden en su corazón.