EL JUSTICIERO es una película de acción protagonizada por Denzel Washington y dirigida por Antoine Foqua. Ambos, director y actor, participaron en la laureada TRAINING DAY de 2001. Cómo indica el título del filme, esta es la tercera parte de una saga que presenta a un ex-agente de la CIA que emplea sus habilidades para ayudar a las personas del común indefensas ante los peligros de una sociedad en la que la delincuencia campa a sus anchas.
EL JUSTICIERO es otra película de las que presentan hombres mayores con pasados violentos que se ven abocados a reparar el mundo a fuerza de sus puños. Denzel Whashington juega entonces en la misma liga de actores como Liam Neeson, conocidos por trabajar en filmes de ambiciones intelectuales elevadas y que con el correr de los años han sabido encontrar en el cine de acción un camino para llenar de complejidad personajes de comportamientos primitivos, pero de motivaciones susceptibles enriquecerse con talento histriónico. En el caso de Whashington como en el de Neeson, las salas de cine permanecen llenas de espectadores. Los niveles de violencia explícita no tienen mesura; sin embargo, el público los digieres sin objeciones.
Películas como EL JUSTICIERO dejan ver una necesidad por algún tipo de héroe que resuelva algunas cosas que los estados no solucionan. Aunque las sociedades sean cultas y educadas, esta clase de historias se convierten en la ventana gracias a la cual el espectador accede a una barbarie que no le está permitida en la cotidianidad. No se trata de cine banal, directores como Antoine Foqua o actores como Denzel Whashington convierten estas películas en piezas que soportan la lupa de los críticos más exigentes.