Por: Miguel Ernesto Yusty

EL AÑO EN QUE EMPECÉ A MASTURBARME es un filme sueco dirigido por Erika Wasserman, que fue estrenado en salas de cine en 2022 y que puede ser visto un año después por Netflix, en la televisión de su casa. Cuenta la historia de una mujer que cumple 40 años que, siendo exitosa en el trabajo, es un fracaso en su vida sentimental y familiar. La película acompaña al personaje durante su camino al autoconocimiento, generando situaciones en las que muchos de los espectadores pueden verse reflejados.

La película sostiene que para interactuar en sociedad cada individuo debe conocerse íntimamente y que la masturbación es una vía para conseguirlo. Alejada del humor ramplón, EL AÑO EN QUE EMPECÉ A MASTURBARME trata el tema de la sexualidad y en concreto, la sexualidad femenina con altura e inteligencia. Recuerda dos filmes protagonizados por Steve Carell, uno es VIRGEN A LOS 40 de 2005 y el otro es LOCO Y ESTÚPIDO AMOR de 2011. También hace pensar en la escena en la que el actor Matthew McConaughey explica al protagonista de LOBO DE WALL STREET, de 2013, por qué es importante masturbarse frecuentemente. EL AÑO EN QUE EMPECÉ A MASTURBARME toma elementos de fuentes diferentes para argumentar que la libertad de una mujer parte de lo mucho que ella se conozca a sí misma.

EL AÑO EN QUE EMPECÉ A MASTURBARME no es cine erótico, tampoco evoca el cine del “destape”, pero si es un filme sobre la cotidianidad, dispuesto a tratar con naturalidad aquello que pocos mencionan y que está presente en la vida de muchos. Quizá cuando lo vean, no terminen escandalizados, pero tal vez se sientan relajados al ver como se habla con fluidez de ese elefante en la habitación sin que nadie se incomode por ello.