Cuando se piensa en estudios de animación, es inevitable citar a Ghibli, la productora de cine animado japonesa. Fundada por dos grandes directores, Hayao Miyazaki e Isao Takahata en 1983, lleva el nombre del viento cálido que recorre el desierto del Sahara. Con este nombre querían significar una brisa de cambio en el panorama de la animación nipona.

Sus películas proponen una concepción del mundo en la cual la magia permite el reencuentro con la naturaleza gracias una manera de vivir respetuosa con las tradiciones ancestrales. En este contexto, los personajes encuentran una estructura social bien definida en la cual pueden luchar para concretar sus objetivos.

La estética y la narrativa de los filmes de Ghibli, alcanzan el calificativo de Belleza. Las taquillas japonesas reciben sus estrenos con records históricos de asistencia y en occidente sus filmes consiguen los premios más cotizados. El universo propuesto por Ghibli hace soñar con un mundo mejor, por eso captura miradas por donde pasa.

¿Por qué al salir de la sala de proyección los asistentes no viven según lo visto en la pantalla? ¿Es que el mundo de los sueños solo es posible en los sueños mismos? La respuesta parece obvia y la pregunta peca de inocente… ¿Pero acaso no son lo soñadores quienes cambian el mundo?

Mientras decides ser o no ser un soñador capaz de grandes azañas, te invitamos a disfrutar el trailer del último largometraje producido por el estudio: Arrietty y el mundo de los diminutos. Ya fue estrenado en Japón con notable éxito, ahora el turno es nuestro.

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