Del papel a la pantalla grande
Llevar el cómic a la pantalla cinematográfica es similar a hacer una película basada en una obra literaria. Permite estructurar un guión a partir de una historia ya concebida, que en el caso del cómic plantea una estética y en la mayoría de ocasiones, posee la fidelidad de un buen número de seguidores. El cine se beneficia de este proceso y el arte del cómic trasciende el papel, para llegar a un número más amplio de espectadores. Este fenómeno ha tomado auge en los últimos años gracias al éxito de sagas como El Hombre Araña o X-Men.
El cómic, plantea un tipo de héroe que recuerda a los protagonistas de las obras clásicas grecolatinas, como Jason y los Argonautas. Personajes que son retomados en la novela caballeresca y que el cine reinterpreta para inculcar cualidades que el mercado y la cultura políticamente correcta, consideran adecuado trasmitir. Así sucede con Supermán o con Hulk. Pero cuando el héroe o el protagonista no están bien definidos, es posible que la película no trascienda más allá de ser un éxito de taquilla, cuestión nada desdeñable.
Por estos días Transformers, el lado oscuro de la Luna, es la nueva muestra de la vitalidad del cómic llevado a la pantalla. Es innegable su espectacularidad gracias al refinamiento de los efectos especiales. Sin embargo, se extraña la presencia de un héroe con quien los espectadores puedan identificarse. ¿Quién es el protagonista? ¿Tal vez el joven muchacho amigo de los robots? ¿Quizás el robot líder de las maquinas bondadosas dispuestas a proteger la especie humana? Sabiendo de esta debilidad, el director y los guionistas permitieron más expresividad a los personajes humanos. Lastimosamente la historia sigue sin funcionar, aunque la taquilla la aclama como la vencedora en las estadísticas. Se debe ser un fanático para que las penurias de estos héroes de metal logren conmover. Está claro que en el cine, lo que el guión no puede, los efectos lo conseguirán. De todas formas hemos de confesar que en MEYproducciones disfrutamos la película, aunque para tranquilidad de aquellos con presupuestos menos abultados, seguimos pensando que para trascender en el tiempo las buenas historias son lo importante.
