FLOW es un dechado de virtudes. Se trata de un filme de dibujos animados hechos por computador que da el espectador todo tipo de razones para verla. Cuenta la historia un gato que se ve rodeado por el agua de un tsunami y que aunque es tímido y desconfiado, se asocia con otros animales para sobrevivir. No es una historia en la que se humanicen los animales, por el contrario, en sus movimientos dejan clara su naturaleza y esa es la primera razón para ver esta película. El encanto del andar felino es evidente para los amantes de los gatos, como para quienes se consideran inmunes a su presencia. Ello se debe al talento de los animadores franceses y belgas que han sabido hacer una trabajo naturalista, al tiempo que han sabido dotar de inteligencia y afectividad a los personajes. En la película ninguno habla, todos son sonidos de los animales y de su entorno. Y la verdad es que no hacen falta las palabras. Como el animal que vive en la casa, lo dicen todo sin hablar. Es decir que la película cautiva por el alma que los artistas han insuflado en los cuerpos de sus personajes.
La siguiente razón para ver FLOW es más técnica. Las películas de dibujos animados usan sofisticados y costosos programas informáticos que son los que permiten mover los personajes, construir los escenarios, iluminarlos, darles texturas y ponerles una cámara virtual gracias a la cual la película queda registrada. En el caso de FLOW, el programa que se ha empleado es gratuito y permite que una extensa comunidad de programadores y artistas en todo el mundo puedan meterle mano y mejorarlo continuamente. El nombre del software es Blender y se le considera “libre” y además “gratuito. Es decir que este filme multipremiado es un espaldarazo de confianza para el mundo del cine animado de bajo costo. Con él se demuestra que entender las posibilidades de las herramientas que se tienen a la mano, tener oficio para usarlas y además de disponer una buena historia para contar acercan un proyecto cinematográfico al éxito.
La razón que hace de FLOW una de las mejores películas del 2024, que en el mundo de la animación rivaliza con obras del mismo año como ROBOT SALVAJE, es el mensaje que trata de transmitir a su público. Su director es Gints Zilbalodis un artista letonio que encuentra el ausencia de un idioma humano para sus personajes una vía para alcanzar la universalidad. En medio de un mundo en el que solo con verse todos se entienden, las mutuas necesidades en medio del cataclismo del tsunami, hacen que quienes serían enemigos o depredadores sin remedio, se unan para construir soluciones de índole vital. Así las distancias y las barreras dan paso a los proyectos comunes, sin que por ello alcancen la felicidad, sin que la muerte se haga ausente y sin que la vida de los vivos pueda continuar aunque todo parezca perdido.