Por: Miguel Ernesto Yusty

En 2019 Walt Disney Pictures estrena una nueva versión, EL REY LEÓN, con una historia que fue llevada a la pantalla por primera vez en 1994. Esta entrega del relato sobre un príncipe desterrado que retorna para recuperar su lugar como rey, se basa en el Hamlet de William Shakespeare y en otros relatos pertenecientes a la cultura popular. Busca ser tan exitosa como su predecesora que llegó a ser la película de dibujo animado tradicional más taquillera de la historia. El estreno de 2019 es dirigido por Jon Favreau, conocido por manejar filmes de gran presupuesto en los que obtiene críticas positivas y resultados de taquilla elocuentes.

El nuevo REY LEÓN, emplea técnicas de animación por computador con las que obtiene imágenes de sorprendente realismo. Su estética aleja la película de la caricatura y del humor que caracterizó del filme anterior. Sin embargo, esta estética le permite una mayor fuerza dramática para desarrollar el conflicto del paso de la infancia a la adultez. Favreau, su director, lo entiende y consigue momentos impactantes en los que los animales parecen salidos de un documental de la National Geographic, aunque por el aroma a palomitas de maíz y la voz emocionada de los infantes asistentes a la proyección, se sabe que es una película de ficción con actores transformados en figuras de computador. La película lo tiene todo y si el cinéfilo se toma la molestia de mirar al público, se dará cuenta de que son varios los que asisten al espectáculo con la boca abierta ante el asombro por las imágenes y por la fuerza de la historia.

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