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AMERICAN HISTORY X

Por: Miguel Ernesto Yusty

AMERICAN HISTORY X de 1998, es una película dirigida por Tony Kaye y protagonizada por Edward Norton, en uno de sus trabajos de mayor recordación. El filme se convirtió referentes para estudiar la forma como los movimientos nazis influyen negativamente en la estabilidad de una familia. La película fue nominada a 15 premios en eventos cinematográficos y contribuyó a forjar la fama de Norton como uno de los grandes actores de su tiempo. El filme también cobró relevancia por las protestas del director, que se sintió desplazado por la actitud de Norton, quien pareció suplantarlo a lo largo de la producción e incluso en la fase de montaje.

La película cuenta como las enseñanzas impartidas dentro del círculo familiar determinan el comportamiento de sus individuos, afectando de generación en generación. Como si se tratase de un Karma, las consecuencias de la educación dada por el padre determinarán el comportamiento de su primogénito y de manera fatal impactarán en la vida del menor, que ha tomado como ejemplo a su hermano mayor, en una cadena de hechos desafortunados a la que no hay forma de poner freno. La única esperanza, y esto es lo más interesante, son las enseñanzas impartidas por un obstinado profesor que no deja de creer que un mundo mejor es posible.

AMERICAN HISTORY X, que puede ser vista por AMAZO PRIME, tiene aciertos como la cámara y la fotografía, que rayan en lo poético. También el montaje, que fue motivo de polémica para el director y que es sin duda es acertado. Que decir de la actuación y no solo la de Edward Norton, también las del resto del reparto. Pero donde lo hace mejor, es en la elección del antagonista. AMERICAN HISTORY X es una lucha entre ideas, las discriminatorias, opuestas a las de la inclusión, estás últimas son el antagonista. Muestra un mundo que parece condenado al fracaso, en el que la fuerza de un testarudo profesor será la única luz de salvación… claro que el final de la película no permite ver el triunfo de la redención, quedan al espectador unos puntos suspensivos que dan lugar al juego de su imaginación.