Magia, historia y tecnología


Para ver la última película de Martin Scorsese tendremos que usar gafas.

El gran director incursiona en el mundo de la estereoscopía y dirige la película Hugo, que podrá ser vista en salas de cine habilitadas para proyectar en 3-D.

Estrenada en U.S.A. pocos días atrás, cuenta la historia de un niño huérfano para quien cambia la vida tras conocer al revolucionario director de cine Georges Méliès. Este argumento, surgido del libro infantil The Invention of Hugo Cabret, escrito e ilustrado por Brian Selznick, planteó retos estéticos y tecnológicos al equipo creativo concentrado en la producción del filme. Además de ser una historia infantil que requería de una apariencia cautivadora, Hugo incluía entre sus personajes al que para muchos es el padre de los efectos especiales y del cine fantástico, Georges Méliès. Por eso, hacer la película en 3-D, era la decisión acertada para hablar de quien llenara de magia las pantallas de cine a inicios del siglo XX.

El error de priorizar el artificio y los efectos especiales por encima de los contenidos y la fuerza de la historia, es algo que en el cine de Martin Scorsese no sucede. Ejemplo de ello fue El Aviador (2004), donde demostró que la fuerza narrativa de un buen guión, no se ve menoscabada por el peso de una compleja puesta en escena. Esperamos que algo similar suceda con Hugo y que nuestra admiración por Scorsese se mantenga tan firme como hasta hoy.