

Siendo capcioso, se puede afirmar que la industria del cine ha querido definirse políticamente del lado demócrata. Llegado el momento de las premiaciones, sería poco usual, aunque no imposible, que le concedieran a Iñárritu el premio al mejor director o el de mejor película, dos años seguidos. No hay que confundirse, todo el drama de EL RENACIDO está motivado por el deseo de venganza de un hombre blanco, a quien le han matado su hijo indígena. Si se repite lo acontecido en los BAFTA, donde EL RENACIDO se llevó 5 premios, de 8 nominaciones, querría decir que Hollywood, es solidario con la defensa y el respeto a las culturas aborígenes. Situación opuesta a la que defiende el candidato republicano Donald Trump, así como su partido, que día a día se muestran más radicales con los inmigrantes. Si además se concede a Ciro Guerra y su equipo el Oscar a mejor película extranjera, la Academia sin duda haría oír su voz liberal ante los cinéfilos de todo el orbe.
