Desde sus primero momentos como director de largometrajes, Christopher Nolan dio muestras de ser un creador dotado de talento excepcional. Así lo deja ver su opera prima, FOLLOWING (1998), rodada en blanco y negro, en formato de 16 milímetros y con un irrisorio costo de seis mil dolares. Bien recibida por la crítica, la película marcó los derroteros que han caracterizado las siguientes obras del Director.
Lo primero para destacar en FOLLOWING, es la elección del suspense como terreno de experimentación. Nolan se mueve con libertad en este campo, sabiendo imprimir a su cine, un tono trascendental que cautiva al espectador. Ello le deja abordar temáticas de entretenimiento, que sabe convertir en dramas con profundidad trascendental, como en ORIGEN (2010) o EL PRESTIGIO (2006).
Es relevante su manejo del montaje. En FOLLOWING es Nolan quien ejerce como editor. El resultado es una linea de tiempo deconstruida, que logra mantener expectante al espectador. En ella, las escena no están completas hasta que algún detalle procedente del pasado o del futuro, cierra el círculo del relato.
FOLLOWING es un ejercicio de producción de bajo costo, que muestra un Christopher Nolan habilidoso para las finanzas. Tal cualidad le ha permitido definir el tipo de películas que hasta le fecha ha llevado a la pantalla. Su talento como productor, unido al arte que imprime a su cine, le facilita ser un creador independiente, en el universo de una industria que antepone la taquilla, a cualquier otro valor.