LA HISTORIA DE SIEMPRE. Por Diana Calleja
La historia de siempre (2009) es el tercer cortometraje dirigido, escrito y montado, por el tarraconense José Luis Montesinos creador de Físico (2002), Final (2003) y Fest (2008). Con su última obra ha recorrido algunos de los festivales españoles más importantes, participando en la Sección Oficial del Festival de Cine de Valladolid (SEMINCI), en la Sección Oficial de cortometrajes en el Festival de Cine de Alcalá de Henares, siendo ganador del Premio del jurado de la Prensa en el Festival de cortometrajes de Aguilar de Campoo e incluso obteniendo el Fetiche de oro al mejor cortometraje en el III Concurso de cortometrajes ‘Ciudad de Benavente’.
El espectador que se enfrente a este trabajo pronto se acomodará a esa realidad cotidiana que tan honestamente retrata su director. Subirá a un autobús cualquiera, un día cualquiera, en una ciudad cualquiera, a una hora cualquiera… Una vez dentro se encontrará el típico murmullo ciudadano de diferentes conversaciones: la pareja joven que acaba de discutir, el matrimonio mayor cansado de su cotidianeidad, los típicos turistas con nociones de español, y hasta las indiscutibles miradas de una tímida historia de amor todavía por crearse. Pero, poco a poco, destacando por encima de todas ellas, se empezará a oír una “discusión matrimonial” tras una separación. Pronto, uno como espectador cae en el título, claro, es ‘la historia de siempre’ como el propio protagonista (un Miguel Ángel Jenner excelente) alude en algún momento de la riña.
De una forma natural todo el autobús se queda enganchado del episodio conyugal del que somos testigos, a través del diálogo de su protagonista. En los 11 minutos que dura este corto, tanto la gente que va montada en el autobús como el espectador que lo sigue queda inmediatamente atrapado y atraído, cayendo como una mosca en una tela de araña en dicho soliloquio: se alude a los problemas y virtudes de una pareja (convivencia, amor, desamor, complicidad, incomprensión, reproches), pero también va más a allá, reflejando los problemas sociales, tan de actualidad como el paro y los trabajos temporales (el protagonista supuestamente va a ser rey mago en la campaña de Navidad; es decir, va a encargarse de darle a otros, los niños, la felicidad que él mismo y su hijo, no tienen, pero será de una forma fugaz, ya que apagadas las luces volverá a la monótona realidad gris del paro). Igual que llegó la tempestad, llegará la calma dejando patente la moraleja, que al fin y al cabo nos plantea toda la obra, “Vive el momento. Es fácil ser feliz si comprendes a los que te rodean”, pronto será reconocida por todos los personajes del autobús haciéndola suya.
Precisamente con este concepto con el que juega su director, partiendo de ‘la historia de siempre’ nos llevará a diversos caminos terminando todos ellos en una ‘vuelta de tuerca’ más, en un giro final verdaderamente sorprendente.
