.
Search
Close this search box.

Blancanieves y Walt Disney

 

Los cálculos no eran halagüeños. En los años 30, Walt Disney producía cortos de no más de 9 minutos gracias a los cuales mantenía a flote el estudio de animación pero no sobraba dinero para hacerlo crecer. Fue por eso, que hacia 1934, invierte su fortuna personal en la producción del largometraje Blancanieves y los siete enanitos.

Disney soñaba con hacer realidad la máxima que dice que a mayor inversión, mayor recaudación. Su esperanza de éxito radicaba en la experiencia adquirida gracias a la producción de cortometrajes y en los avances técnicos que darían lugar a una estética innovadora para su tiempo. Por otra parte un largometraje como Blancanieves, permitiría desarrollar personajes más complejos, convirtiendo el proyecto en un reto narrativo, artístico y tecnológico.

Buena parte de la prensa consideraba la película como un intento descabellado por aburrir al público, que no soportaría 90 minutos continuos de dibujos animados. El 21 de diciembre de 1937, “La locura de Disney”, como la llamaban algunos, cautivó al público y se convirtió en la primera película de animación sonora y en color de la historia.