A finales del 2010, dos de nuestros cortometrajes nos hicieron plantear la pregunta de si lo producido en tiempos pasados tiene vigencia en la actualidad. Son ellos Cuakcosis y El perro ambicioso.
Cuakcosis es un corto realizado durante un curso de animación tradicional que dictó la Universidad de las Islas Baleares en 1999. En él se evoca la escena en la ducha de la famosa película Psicosis, del director Alfred Hitchock. En este caso, la historia está protagonizada por inofensivos patos de hule. Cuakcosis vuelve a nuestra memoria porque a finales del mes de noviembre de 2010, la Filmoteca del Instituto Valenciano del Audiovisual y de la Cinematografía (IVAC), en colaboración con ALCINE (Festival de Cine de Alacalá de Henares), ofrecieron un ciclo con la intención de estudiar la figura del maestro del suspense, pero no a través de su cine, si no de la visión que otros cineastas han tenido de su obra, de su forma de narrar, empleando para ello filmes que intentan desentrañar el misterio que inspira su figura y su obra( ver artículo). En este contexto, Cuakcosis fue una de las piezas seleccionadas para ser proyectadas. Destacamos este ciclo porque nos parece interesante o cuanto menos curioso, ver como Cuakcosis se convierte en apoyo investigativo para aquellos que se dedican a estudiar el devenir del séptimo arte.
Por su parte, El perro ambicioso, llevado al cine con el apoyo de la Comunidad de Madrid en el año 2006, fue escogido en el mes de diciembre para concursar en el festival Humanity Explored. Este es un evento organizado por Culture Unplugged Studios y su objetivo es llevar al público obras en las que se destaque una personal manera de ver la realidad, que al mismo tiempo conserven el carácter universal que permite a individuos de distintas culturas, sentirse unidos a pesar de sus diferencias. Culture Unplugged Studios trabaja en lugares tan disimiles como India, USA, UK, Indonesia o Nueva Zelanda. Su labor es importante porque da prioridad a piezas con estéticas atractivas, que defienden contenidos éticos y que llevan a reflexionar sobre como hacer de este mundo un mejor lugar para vivir.
Decididos a emprender nuevas aventuras creativas, nos anima y nos sorprende, que las obras terminadas y estrenadas años atrás, sigan teniendo vigencia, como sucede con El perro ambicioso o con Cuakcosis. Aunque el pasado sea efímero, como lo calificaba Antonio Machado en su poema, es indudable que sin haberlo recorrido, es difícil plantearse un presente en el que más y mejores películas, sean posibles. Esperamos que nuestros próximos trabajos sean objeto de miradas amables en el futuro. De otra forma, que al menos nos divirtamos y seamos felices mientras los hacemos realidad.
