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Tinta y fotogramas

Por Poly Hincapié Buchelli
La relación de Mario Vargas Llosa y su obra con el cine ha sido siempre cercana. Desde 1972 cuando Cachorros fue llevada a la pantalla inspirada en su trabajo literario, son varias las películas que han bebido de la misma fuente.

De títulos como Pantaleón y las Visitadoras (1999), La ciudad y los perros (1985), La tía Julia y el Escribidor, en inglés llamada Tune in tomorrow (1990) o La fiesta del chivo (2005), hemos escogido los dos primeros para ser comentados en este espacio. Adicionalmente  invitamos a ver nuestro Recomendado 1, donde el escritor habla sobre cine.

Pantaleón y la Visitadoras
Ver trailer en Recomendado 2
Mario Vargas Llosa publica Pantaleón y las Visitadoras en 1973 y la primera versión cinematográfica se estrena en 1975 bajo su propia dirección y la codirección de José María Gutiérrez Santos, cinta en la cual el autor tiene un pequeño papel actoral. Fue filmada en República Dominicana por las restricciones que existían en el Perú en razón a la parodia castrense que su temática representa. La película fue vetada para su exhibición por el régimen militar del Perú y reestranada en 1981 cuando ya era políticamente posible, aunque con escenas censuradas  y poca divulgación.
La segunda adaptación se realiza en 1999 bajo la dirección de Francisco José Lombardi, con papeles protagónicos del actor peruano Salvador del Solar y Angie Cepeda, quien en la película es llamada La Colombiana haciendo alusión a su nacionalidad real.

A  la inhóspita amazonía peruana es trasladado el capitán Pantaleón Pantoja para que organice el sistema de prestación de servicios sexuales a los soldados ahí ubicados, asistencia brindada a través de las llamadas eufemísticamente Visitadoras. Pantaleón reconocido por su fuerza moral y sus principios a toda prueba, finalmente sucumbe a los encantos de la colombiana, poniendo en riesgo su  estabilidad familiar y profesional.

La Ciudad y los Perros

La más connotada obra del escritor peruano Mario Vargas Llosa, fue adaptada para cine en  1985 por Francisco José Lombardi y premiada en el mismo año en el festival de San Sebastián en la categoría a Mejor Director.
En una fiel versión de la novela, la película trata sobre las experiencias de un grupo de jóvenes en el Colegio Militar Leoncio Prado. Con la participación de primerísimos actores peruanos Gustavo Bueno y Juan Manuel Ochoa, la película logra trasmitir el universo pasional que se vive en una institución atravesada por la desigualdad y el abuso.