En las tierras de frontera los pueblos se mezclan pero igual conservan sus diferencias. Así sucede en el límite entre México y USA donde existe una cultura híbrida, pero las distancias económicas e históricas, hacen que las particularidades de cada país se exacerben convirtiéndose en abismos que parecen insalvables. A este contexto pertenece Robert Rodríguez, director de cine mexicano, quien gracias a su talento ha logrado sobrevivir como competidor fiable en la industria de Hollywood, angustiada siempre por la taquilla.

Si bien la obra de Rodríguez ostenta un estilo refinado, la cámara da cuenta de contenidos y acciones extremadamente violentos. Su tono primario y primitivo, se convierte en un gancho que atrae al público a las salas, obligándolo a recibir una dosis importante de la cultura latina y su problemática. De otra manera, buena parte del drama de los países del sur de América, estaría relegada a las telenovelas, a grupos marginales o centros de estudio minoritarios. No importa si se trata de espectadores adolescentes o adultos, su estilo atrae miradas y críticas de toda índole. De una forma u otra siempre exitoso, Rodríguez no deja a nadie indiferente.

Con estos antecedentes, estaremos prestos a ver MACHETE KILLS, segunda parte de las aventuras de un antihéroe que a primera vista espanta, pero que viene motivado por el conflictivo universo de la frontera entre norte y sur. Si no te motiva lo que acabas de leer, dale una oportunidad al trailer y te sorprenderás con el repertorio de actores y actrices, que sólo unos cuantos directores quieren reunir y pocos logran conseguir.